Este
Blog nace de la necesidad de ayudar a sobrellevar las heridas. En un tiempo en
que lo material prima sobre lo humano, es necesario crear espacios en los que
las personas se sientan, al menos, reconfortadas por el simple hecho de
compartir experiencias y/o sentirse escuchadas.
Somos
much@s l@s enferm@s que, a la circunstancia de tener una o varias
enfermedades crónicas, hemos de añadir la incomprensión, tanto de la familia,
como del tejido social que nos rodea.
En este rincón hablaremos de personas, de
trabajos, de medicina, de familias... Todas ellas con un denominador común: la
Fibromialgia y la Fatiga Crónica Severa, y las consecuencias que padecerlas
genera en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana.
Hablaremos de su repercusión en la vida laboral y
familiar y de sus limitaciones, que hemos de asumir de forma serena y
consciente. De la discriminación que supone padecerlas. De la incomprensión y,
en muchos casos, las humillaciones padecidas por parte de nuestro entorno. Del
abandono y el escaso apoyo de quienes, por actividad profesional, están
obligados a respetar todas aquellas resoluciones dictadas por nuestros legítimos
representantes y que las vulneran sin ningún pudor.
No se trata de un lugar donde se ofrezcan, en modo
alguno, soluciones mágicas:
Ni el mundo laboral nos tratará con el respeto que
merecemos.
Ni los profesionales de la medicina al servicio de
la administración tendrán hacia nosotros la delicadeza que tienen hacia otros
enferm@s.
Ni los Jueces dictarán sentencias que reconozcan
todo lo que previamente se nos ha negado.
Eso sería ofrecer un milagro, y desde este lugar
no estamos en condiciones de hacerlo.
Sí que estamos, sin embargo, en disposición de
reunir información de expertos, de reflejar sentencias, tanto ganadas como
perdidas. De ofrecer un apoyo, aunque sea mínimo, a tod@s aquell@s que padecen lo que quizás sea una de las
enfermedades más incomprendidas.
Espero veros, leeros y que nos hagamos fuertes,
aunque sea a costa de la incomprensión generalizada, que no nos convertirá nunca
en víctimas, sino en luchador@s.