viernes, 4 de mayo de 2012

Este Blog nace de la necesidad de ayudar a sobrellevar las heridas. En un tiempo en que lo material prima sobre lo humano, es necesario crear espacios en los que las personas se sientan, al menos, reconfortadas por el simple hecho de compartir experiencias y/o sentirse escuchadas.

Somos much@s l@s enferm@s que, a la circunstancia de tener una o varias enfermedades crónicas, hemos de añadir la incomprensión, tanto de la familia, como del tejido social que nos rodea.

En este rincón hablaremos de personas, de trabajos, de medicina, de familias... Todas ellas con un denominador común: la Fibromialgia y la Fatiga Crónica Severa, y las consecuencias que padecerlas genera en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana.

Hablaremos de su repercusión en la vida laboral y familiar y de sus limitaciones, que hemos de asumir de forma serena y consciente. De la discriminación que supone padecerlas. De la incomprensión y, en muchos casos, las humillaciones padecidas por parte de nuestro entorno. Del abandono y el escaso apoyo de quienes, por actividad profesional, están obligados a respetar todas aquellas resoluciones dictadas por nuestros legítimos representantes y que las vulneran sin ningún pudor.

No se trata de un lugar donde se ofrezcan, en modo alguno, soluciones mágicas:

Ni el mundo laboral nos tratará con el respeto que merecemos.

Ni los profesionales de la medicina al servicio de la administración tendrán hacia nosotros la delicadeza que tienen hacia otros enferm@s.



Ni nuestras famílias se mostrarán comprensivas.

Ni los Jueces dictarán sentencias que reconozcan todo lo que previamente se nos ha negado.

Eso sería ofrecer un milagro, y desde este lugar no estamos en condiciones de hacerlo.

Sí que estamos, sin embargo, en disposición de reunir información de expertos, de reflejar sentencias, tanto ganadas como perdidas. De ofrecer un apoyo, aunque sea mínimo, a tod@s aquell@s que padecen lo que quizás sea una de las enfermedades más incomprendidas.

Espero veros, leeros y que nos hagamos fuertes, aunque sea a costa de la incomprensión generalizada, que no nos convertirá nunca en víctimas, sino en luchador@s.